
Datos generales
Escultura al aire libre que representa a los acequieros, personas encargadas antiguamente de “alistar”, limpiar y mantener en perfecto estado de conservación las acequias, con la finalidad de perder la menor cantidad de agua posible hasta su llegada a la zona de riego.
Dicha labor se realizaba, la mayoría de las veces, en horario nocturno; por ello la posesión de un farol que alumbra el camino y el trabajo a realizar. Entre las tareas, por ejemplo, las de cambiar la “torna” cuando la “dula” o el turno le correspondía a otro regante.
Texto y fotografías: Miguel Hidalgo Sánchez.